Familias de Sosúa y Cabarete siguen con casas inundadas


Puerto Plata. Francisca Antonia Marte pasó toda la noche junto a sus familiares en el techo de su vivienda, en el sector Sosúa Abajo, debido a que las inundaciones provocadas por las lluvias arrastraron con camas y todos sus ajuares.En las mismas condiciones quedaron otras 700 familias de comunidades como La Javilla, en Sosúa, y en Islabón, La Rinconada, del distrito municipal de Cabarete y Veragua. 
Aquí amanecimos de pito a pito, sin dormir, en el techo de la casa, pues no podemos entrar, debido a que están repletas de agua y lodo”, expresa Francisca Antonia Marte al hablar con reporteros de elCaribe.

Los ríos Yásica y Venus crecieron por tercera ocasión en esta semana e inundaron comunidades de Sabaneta de Yásica e Islabón en Cabarete y destruyeron al menos diez viviendas.

Piden ayuda

La alcaldesa del municipio de Sosúa, Ileana Newman, asegura que las inundaciones destruyeron diez viviendas y al menos mil afectadas. 

En la mañana del viernes apenas integrantes de la Cruz Roja se habían presentado a las comunidades afectadas en Sosúa y Cabarete, para levantar un censo sobre el número de desplazados.

La mayoría de afectados están ubicados en la comunidad Sosúa Abajo, donde en la tarde del jueves seguían evacuando familias.

“Aquí tenemos personas que perdieron todo por la crecida del río Sosúa, desde cama, muebles, estufas por la crecida de ríos que provocaron inundaciones”, apuntó Newman. Lamentó que muchos de los desplazados se nieguen a salir de sus hogares por temor a los delincuentes. 

Los organismos de socorro estiman que al menos 3,500 personas siguen afectadas por las inundaciones que desde el pasado lunes se registran en toda la provincia de Puerto Plata.

La gente pide al Gobierno que vaya en su ayuda. “Lo que queremos es que se presenten las autoridades tal cual hicieron con Puerto Plata. Aquí somos más pobres y no ha venido nadie”, expresa Estefany Rodríguez, una de las 60 familias del barrio la Javilla que aún tienen colchones y ajuares en medio de callejones y calles. 

En La Rinconada, barriada levantada a escasos metros de la playa de Cabarete, son 25 las casas que siguen repletas de agua. La falta de desagüe impide sacar el agua.