El día de san Valentín es una celebración tradicional de países anglosajones que se ha ido implantando en otros países a lo largo del siglo XX, principalmente en la que las parejas de enamorados expresan su amor y cariño. Se celebra el 14 de febrero, onomástico de san Valentín. Su origen se remonta a la época del Imperio Romano.
San Valentín era un sacerdote que, hacia el siglo III, ejercía en Roma. Gobernaba el emperador Claudio II, quien decidió prohibir la celebración de matrimonios para los jóvenes, porque en su opinión los solteros sin familia eran mejores soldados, ya que tenían menos ataduras.
El sacerdote consideró que el decreto era injusto y desafió al emperador. Celebraba en secreto matrimonios (de ahí se ha popularizado que san Valentín sea el patrón de los enamorados). El emperador lo encarceló. Un oficial quiso ponerlo a prueba. Lo retó a que devolviese la vista a su hija Julia, que había nacido ciega. Valentín aceptó y le devolvió la vista.
Valentín siguió preso lo ejecutaron el 14 de febrero del año 270. La joven Julia, agradecida al santo, plantó un almendro de flores rosadas junto a su tumba. De ahí que el almendro sea símbolo de amor y amistad duraderos.