Era cuestión de tiempo antes de que sucediera y fue la propia Hillary Clinton la primera en decirlo: la derrota electoral que sufrió la candidata demócrata el pasado 8 de noviembre contra el republicano Donald Trump se debe al menos en parte al FBI.
A 11 días de las elecciones presidenciales de Estados Unidos, el director del FBI, James Comey, envió una carta al Congreso anunciando nuevas pesquisas en la investigación sobre un servidor de correo electrónico que Clinton usó mientras fue secretaria de Estado (2009-2013).
Luego, cuando sólo faltaban 48 horas para la jornada electoral, el FBI informó que no halló evidencias de criminalidad en dicho nuevo lote de correos electrónicos analizados.
"Existen muchos motivos por los cuales una elección como esta no resulta exitosa", dijo Clinton este sábado durante una conferencia telefónica con los donantes de su campaña según información filtrada a la prensa estadounidense.
Las idas y vueltas
La primera investigación del FBI sobre el uso de Clinton de un servidor privado comenzó en 2015 y terminó en julio pasado.
En ese entonces Comey había declarado que el manejo de Clinton de material sensible durante su cargo como secretaria de Estado fue"muy descuidado", pero la eximió de haber cometido cualquier delito.
Si bien el FBI decidió no presentar cargos contra Clinton, los correos de la demócrata se convirtieron en un tema recurrente a lo largo de la campaña electoral.
Trump llegó incluso a decirle a su rival político que debería estar presa y que, de resultar electo presidente, la investigaría nuevamente.
En este contexto es que, el viernes 28 de octubre, Comey informó al Congreso que, durante una investigación a la expareja de una asesora de Clinton, la agencia había encontrado nuevos correos "pertinentes" para saber si la candidata demócrata puso en peligro la seguridad nacional.
BBC MUNDO