
Desde el sector que nunca digirió a Rojas se llegó incluso a pedir su cabeza con pancartas y hasta hubo intentos de agresión, lo que obligó fortalecer las medidas de seguridad.
Se le acusó de ser un protegido del gerente general, su hermano Moisés Rojas Beltré, quien dio todo su apoyo y aseguraba que no iba a incurrir en la práctica de otros equipos del circuito sustituyendo al dirigente en lugar de corregir los problemas desde la raíz.
A Luis se le puede cuestionar poco los indicadores que se miden para evaluar un dirigente: aplicación de estrategias y cambios correctos de lanzadores.
Este domingo Rojas puede hacer historia al convertirse en el primer hijo de un dirigente campeón en la liga dominicana que también conquista la corona. Felipe Rojas Alou ya se coronó monarca con los escarlatas en las temporadas 1981-82, 82-83, 89-90 y 91-92.
Sería también la primera vez que un dirigente que termina en el sótano una campaña a la siguiente consigue el título.
De temperamento sereno que solo erupciona ante una llamada que considera injusta de los árbitros, Rojas mide con pinzas sus palabras y ha gestionado los altibajos de un béisbol impredecible con la madurez de su progenitor.
“Nunca sentí la presión, me he ocupado en buscar soluciones y los muchachos han respondido”, ha reiterado Rojas en una de esas largas y bien explicadas respuestas que acostumbra dar.
Cuando faltaban tres partidos para terminar el round robin, el Escogido estaba a un juego de los Toros y el margen de error en el standing era cero. Desde entonces el conjunto no conoce la derrota en ocho fechas. Se impuso en los tres juegos del calendario, forzaron un desempate en La Romana, y han sorprendido a propios y extraños en los primeros cuatro de la final.
Esta tarde (5:00 PM) los melenudos de Rojas tienen la oportunidad de liquidar a unos Tigres tan heridos que no han encontrado la forma de reaccionar. Unos Leones que nunca fueron favoritos para nada, ni para clasificar en la regular, ni para avanzar a la final, ni para ganar el campeonato.
Con 34 años y 145 días, Rojas se convertiría además en el capataz más joven en coronarse en la liga, distinción que hasta la fecha corresponde Audo Vicente que tenía 34 años y 176 días cuando lo logró con los mismos rojos en el curso 2012-2013.