Estados Unidos impuso ayer nuevas sanciones contra altos funcionarios venezolanos, en respuesta a los episodios de represión y las violaciones de derechos humanos ocurridas en el último año en el país a raíz de las protestas contra el Gobierno de Nicolás Maduro que comenzaron en febrero de 2014.
El presidente estadounidense, Barack Obama, emitió ayer una orden ejecutiva que “implementa y amplía” las sanciones aprobadas por el Congreso a finales del pasado año y, además, declaró una situación de “emergencia nacional” ante el “riesgo extraordinario” que supone la situación venezolana para la seguridad de Estados Unidos.
“Determinó que la situación en Venezuela, incluida la erosión de garantías de derechos humanos por parte del Gobierno de Venezuela, la persecución de oponentes políticos (...) constituyen una amenaza inusual y extraordinaria para la seguridad nacional y la política exterior de EE.UU., y declaró una emergencia nacional para lidiar con esa amenaza”, aseguró el mandatario en la orden.
Obama, cuya Administración quiso durante meses dar espacio a los diálogos entre el Gobierno y la oposición venezolana auspiciados por la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), tomó finalmente la decisión de incrementar las medidas contra algunos de los responsables -según EE.UU.- de las violaciones de derechos humanos en el país caribeño ante el paulatino incremento de las tensiones.
“Estamos profundamente preocupados por los esfuerzos del Gobierno venezolano por incrementar la intimidación hacia sus opositores políticos. Los problemas de Venezuela no pueden ser resueltos criminalizando a la disidencia”, aseguró el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, en un comunicado.
Listin Diario