Un fortalecido Obama impulsa la agenda demócrata


Cuando un presidente demócrata habla a favor de los derechos de las personas "transgénero" en un horario televisivo de máxima audiencia, podemos estar seguros que no encara una reelección. 

En el caso de Barack Obama, su penúltimo discurso al Estado de la Unión estuvo cargado con una dosis adicional de autoconfianza. 

Bill Clinton dijo una vez que la mejor prueba para un discurso era verlo modo de silencio. A juzgar por el porte del Sr. Obama, parecería que los demócratas hubieran ganado las elecciones legislativas del año pasado, en lugar de haber perdido el control del Capitolio. 

Desde entonces, el Sr. Obama ha actuado como si el peso del mundo ya no estuviera sobre sus hombros. Atrás han quedado las exhortaciones convencionales al bipartidismo. En el discurso, el Sr. Obama expuso el caso de una "economía de clase media" y un "liderazgo más inteligente en el extranjero". Éstos son temas liberales fundamentales. Mientras más hoscos se notaban los republicanos, más carisma derrochaba el presidente. El estado de la unión está mejorando y los días de conciliación del Sr. Obama se han terminado. 

El meollo del discurso fue la elección presidencial del año próximo. Muy poco, o nada, en la primera mitad del largo discurso de Obama - fue más de cinco veces más largo que la Declaración de Independencia - tiene muchas posibilidades de ser aprobado por un Congreso republicano. 

En esto se incluyen las ya muy atrasadas propuestas del Sr. Obama de aumentar la inversión en Internet, aumentar el salario mínimo federal, otorgar licencias universales por enfermedad, promulgar la igualdad de salario entre hombres y mujeres, lograr que los colegios comunitarios sean gratis y recaudar impuestos sobre las plusvalías para pagar nuevos créditos fiscales de la clase media. 

Pero aprobar leyes no era la intención del Sr. Obama. Su verdadera intención era preparar el terreno para la victoria electoral de Hillary Clinton el próximo año, lo cual también es la mejor esperanza del Sr. Obama de cimentar su propio legado. 

Cada una de sus propuestas se sondean mediante encuestas. El tema más importante de que EEUU ha recobrado su dinamismo económico, pero ha dejado atrás a gran parte de la clase media es lo que más se hace eco entre la mayoría de los votantes. 

Dadas las restricciones domésticas del Sr. Obama, la sección de política exterior de su discurso fue más potente. Estuvo igualmente exenta de remordimientos y mostró un grado de confianza que el Sr. Obama rara vez muestra. "Cuando lo que estás haciendo no ha funcionado durante 50 años, es hora de intentar algo nuevo", dijo sobre su reciente apertura a Cuba. Estas palabras fueron recibidas con un silencio sepulcral por parte del bando republicano de la cámara. 

Lo mismo sucedió con su observación de que 14 de los 15 años más calurosos se han registrado desde el comienzo del siglo XXI. Lo mismo ocurrió con su repetida promesa de cerrar el centro de detención de Guantánamo. 

También cantó victoria por su estrategia de evitar una reacción exagerada al expansionismo occidental de Vladimir Putin. Según el Sr. Obama, el presidente ruso ahora se encuentra aislado y su economía está en ruinas. "Eso es lo que hacemos, evitamos bravatas y lideramos con firme persistencia y determinación", dijo. 

El Sr. Obama también dijo que vetaría cualquier intento del Congreso de imponer nuevas sanciones contra Irán antes de que él les hubiera dado una oportunidad a las negociaciones. Solicitó autoridad legal para llevar adelante la guerra contra el Estado Islámico de Irak y el Levante, pero insistió en que no se necesitarían tropas estadounidenses sobre el terreno. Según Obama, EEUU ya está en vías de degradar y en última instancia derrotar al Estado Islámico. 

Hubo mucho orgullo en el discurso del Sr. Obama, lo cual es lo más cerca que ha llegado a declarar una vindicación de su política exterior en general. Los hechos tienden a frustrar tales afirmaciones audaces. Pero no fue el discurso de alguien que se considera un "pato cojo". El índice de aprobación del Sr. Obama se está recuperando lentamente hasta el 50 por ciento después de languidecer justo sobre el 40 por ciento durante los últimos dos años. 

La mejor frase de la noche ni siquiera estaba en el guión. Hacia el final del discurso de una hora, un grupo de republicanos comenzó a aplaudir cuando el Sr. Obama dijo que ya nunca más tendría que enfrentar una reelección. "Yo lo sé", bromeó, "porque gané las dos". 

Después de haber sufrido el más amargo partidismo en la historia reciente, el Sr. Obama está descubriendo la parte del trabajo que disfruta. Eso no incluye hacer concesiones a sus oponentes. Emitió más amenazas de veto en la noche del martes que las que ha ejercido en sus primeros seis años. 

También presentó la lista obligatoria de las prioridades liberales sobre el gasto público. Sin embargo, el verdadero mensaje del discurso es que la prioridad del Sr. Obama durante sus dos últimos años en el cargo será asegurar otra presidencia Clinton.