Canadienses construyen barrio para haitianos indocumentados


PUERTO PLATA. Una comunidad de haitianos indocumentados crece y se consolida en el municipio Montellano, provincia Puerto Plata. "Los algodones" o Villa Esperanza, como le llaman los del entorno, ya cuenta con unos 1, 200 inmigrantes provenientes de Haití. 

El lugar ubicado a unos 2.1 kilómetros de la carretera Puerto Plata-Sosúa, era un batey y fue convertido por Arismendi Medina, concejal del Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), en Sosúa y presidente de la Fundación El Samaritano, en un barrio con unas 250 casas de blocks, techos de zinc y pisos de cemento gris.

Al proyecto, según el funcionario edificado con fondos de la Fundación con sede en Canadá, le fue construido una escuela, dos iglesias, un dispensario médico, suministro de agua por tuberías, cableado eléctrico y un parque de recreación. Con los años los haitianos le han agregado colmados, barbería y otros negocios. 

En Google Earth se observa cómo ésta zona de unos 3 mil metros cuadrados, en 2007 sólo era arbustos, para marzo de 2011 continuaba igual, y es en diciembre de ese mismo año cuando comienzan las edificaciones.


Todas las casas con un mismo modelo: dos pequeñas habitaciones, baño, sala y comedor, cocina y galería. Un espacio de unos 50 metros cuadrados donde conviven hasta nueve miembros de una familia. Algunos de los pequeños son ya oriundos del lugar. 

Félix José, por ejemplo, reside junto a su esposa, su madre, padrastro y cinco hijos, el menor de un año y la mayor de 13. 

"Yo trabajo para todos, a veces en construcción, pero a veces duro hasta dos y tres meses sin hacer nada y hay que coger  "fiao" en el colmado", manifestó en español, mientras los familiares se escuchaban hablar en creole. 

Justo al lado de Félix, habita Yeda Lamú, de 26 años, junto a otras siete personas. De acuerdo a sus declaraciones, llegó a Villa Esperanza hace seis años con un hijo de dos; ahora cuenta con uno de cuatro y otro de siete meses. 

Cuando el concejal entregó a su marido la casa en República Dominicana, Lamú relata que su cónyuge la envió a buscar a Haití, en donde vivía alquilada y pagaba 500 Goude. 

Varios de los residentes en el lugar admitieron que "ninguno" de estos haitianos cuentan con la documentación necesaria para estar legal en territorio dominicano. Indican que con el Plan Nacional de Regularización han intentado normalizar su situación pero se les ha dificultado. 

"Eso que están haciendo, cada vez que uno lleva un papel que hace falta, dicen que no, que eso no sirve y uno gastando cuarto", manifestó uno de los haitianos. 

Mientras otro que dijo ser uno de los representantes de la comunidad haitiana, resaltó que tampoco los que han nacido en la zona poseen documentos. 

"Una de las principales dificultades que tenemos es que el 95 por ciento de los que son nacidos y criados aquí en la República Dominicana, no tienen documentación", precisó. 
Fuente, Diario Libre