El presidente de Alemania, Christian Wulff, ha anunciado su dimisión a las 11.05 de la mañana de este miércoles por un escándalo de corrupción y tráfico de influencias que lo persigue desde hace meses.
La declaración de hoy llega horas después de que la Fiscalía de Hannover pidiera formalmente al Bundestag que levante la inmunidad de Wulff para procesarlo. Sería la primera vez que un jefe del Estado alemán es formalmente investigado por la justicia.
La presión para que dimita Wulff se había intensificado en las últimas horas. El líder parlamentario de Baja Sajonia, Michael Grosse-Brmer, de la CDU (el partido de Merkel) declaró a un periódico alemán que el presidente debe "sacar las consecuencias" de la petición judicial. Un dirigente anónimo del Partido Liberal, declaró a Die Welt: "Esto se acabó".
En su petición al Bundestag, la Fiscalía afirma que ve “indicios concretos y suficientes” para acusar al presidente de Alemania de cohecho y tráfico de influencias. El diario Bild reveló que había obtenido un préstamo ventajoso de un empresario de Baja Sajonia.
La presión para que dimita Wulff se había intensificado en las últimas horas. El líder parlamentario de Baja Sajonia, Michael Grosse-Brmer, de la CDU (el partido de Merkel) declaró a un periódico alemán que el presidente debe "sacar las consecuencias" de la petición judicial. Un dirigente anónimo del Partido Liberal, declaró a Die Welt: "Esto se acabó".
En su petición al Bundestag, la Fiscalía afirma que ve “indicios concretos y suficientes” para acusar al presidente de Alemania de cohecho y tráfico de influencias. El diario Bild reveló que había obtenido un préstamo ventajoso de un empresario de Baja Sajonia.
Wulff gobernó la región entre 2003 y 2010, cuando la canciller Angela Merkel lo propuso para el primer cargo político de la República Federal. Wulff fue el candidato de la canciller, que necesitó una agónica serie de votaciones en la Asamblea Federal para imponer a su compañero de partido como presidente.
El apoyo de Merkel le ha permitido aguantar hasta ahora. Su caída sería un nuevo motivo de desprestigio para la canciller, que perdió a su anterior presidente cuando el democristiano Horst Köhler se marchó dando un portazo en 2010.
El préstamo revelado en diciembre fue legal, pero Wulff había preferido no mencionarlo cuando el Parlamento de Hanover le preguntó por sus relaciones financieras con el empresario.
El préstamo revelado en diciembre fue legal, pero Wulff había preferido no mencionarlo cuando el Parlamento de Hanover le preguntó por sus relaciones financieras con el empresario.
El hoy presidente se compró con ese dinero una casa para instalarse con su segunda esposa. Tras la revelación del Bild comenzó un goteo persistente de nuevas acusaciones.
Cada vez que parecían remitir, algún diario de tirada nacional sacaba un dato nuevo. Particularmente perniciosa fue la publicación de varias llamadas hechas por el presidente al director de Bild, Kai Diekmann, y a otras personas relacionadas con el diario. Wulff cometió la torpeza de dejar en el buzón de voz de Diekman una diatriba de tono agresivo en la que amenazaba de “guerra” al diario más vendido del país.
A este caso siguió la publicación de una lista de estancias vacacionales pasadas por Wulff y su familia a invitación de distintos empresarios en Italia, España, Alemania y Florida (EE UU), mientras gobernaba Baja Sajonia.
A este caso siguió la publicación de una lista de estancias vacacionales pasadas por Wulff y su familia a invitación de distintos empresarios en Italia, España, Alemania y Florida (EE UU), mientras gobernaba Baja Sajonia.
Posteriormente, se sumaron al escándalo distintos casos en los que Wulff, de manera directa o indirecta, había financiado actos de sus campañas electorales en Baja Sajonia con dinero de empresarios amigos.