La Marcha Verde pide someter penalmente a Danilo Medina

La corrupción nos tiene locos a todos”, gritaba un pintoresco manifestante. Tenía harapos como vestimenta, la cara sucia de grasa y un cartel que revalidaba “su demencia”.
Otro, que iba empujado en una silla de ruedas con una camiseta verde que decía “Cero impunidad” y un pantalón corto, le pasaba por el lado a un hombre de treinta y tantos que cojeaba sobre una muleta.
No pasa de cinco años y sus padres la llevaban en un cochecito. Ella sonreía, quizá un poco asustada, sin saber que estaba la manifestación cívica no partidista más importante que ha tenido República Dominicana en lo que va de siglo.
También hubo personas con el rostro pintado, llevando pesas en sus hombros, con tambores, pancartas, globos, cornetas, vociferando consignas y con una reja simulando la cárcel de Najayo. Banderas dominicanas y verdes se podían ver de cerca y de lejos: no había edad ni color, solo una sociedad caminando al unísono pidiendo un mismo objetivo: el fin de la corrupción.