
El hecho no fue consumado porque el personal (no se ofrecen nombres por seguridad) del centro, alertaron a tiempo a la Policía.
De acuerdo a sus relatos, cuando el recluso Ángel Rodríguez era atendido por un médico de la clínica, llegaron dos personas sospechosas con armas de fuego y encañonaron al agente penitenciario que lo custodiaba.
La acción sorprendió a los visitantes, personal auxiliar y pacientes que esperaban ser atendidos, logrando alguien salir del lugar y dar parte a la policía, lo que provocó que los delincuentes se dieran a la huida para evitar consecuencias adversas.
El Nuevo Diario