Una desgracia que todo el país lamenta
Félix Guerra
Bonao.- La vida muchas veces es irónica y hasta injusta, si observamos cosas que pasan en la vida, la tragedia ocurrida a la saeta Miguel Dilone es como para preguntarse ¿Por qué tenía que pasarle eso cuando precisamente está enseñando a un joven a coger práctica de bateo?, si el hecho pasa de otra manera se puedes decir que él provoco la situación, pero a la hora de su desgracia precisamente está ayudando a la juventud, perder la visión en su ojo izquierdo, cuando nunca en sus buenos tiempos de la pelota organizada de los Estados Unidos donde militó con varios equipos de grandes ligas y aquí con las aguerridas Aguilas Cibaeñas, no le paso una situación como la que atraviesa el astro de la pelota otoño-invernal y de la gran urbe.
Aunque los médicos les pondrán una prótesis en su ojo afectado, ya no es lo mismo, tendrá posiblemente que someterse a consulta sicológica para poder superar dicho trauma que posiblemente pueda traer esta desgracia.
Ahora es que este ser humano necesita de sus verdaderos amigos para que puedan darle fuerza y hacerle ver que la vida debe continuar y que todo lo que Dios manda debemos aceptarlo con resignación.